La semana recién pasada tuve la oportunidad de leer una opinión en Facebook perteneciente a una columna periódica que suelo frecuentar por su buena escritura, su sagacidad mordaz, sus argumentos bien documentados y sus atinadas referencias históricas; de las cuales yo personalmente disfruto mucho.
Sin embargo, en esta ocasión no estuve de acuerdo con lo que en ella se decía, ya que, acaso por desconocimiento —por no decir mala intención— se enumeraron una serie de afirmaciones que considero desatinadas y además injustas.
La columna hace mención, de una forma bastante descalificadora, del viaje que cada cuatro años hacemos los candidatos para participar en los procesos electorales; y no considera todas las vicisitudes que una persona debe pasar antes de exponer su candidatura, una tarea nada fácil para quienes presentan un proyecto serio y formal, mismo que, dicho sea de paso, no será nunca una “fórmula mágica”.
El texto del que les hablo sataniza el hecho de que los candidatos no participamos en las “manifestaciones de inconformidad” que realizan algunos sectores de la mal llamada "sociedad civil", (en mi caso, como vecino antigüeño); sin embargo, considero que la gran mayoría de “manifestaciones” muy poco o nada, aportan a la construcción de la sociedad, mucho menos a la tan sobrevalorada, ineficiente e inexistente democracia.
Esto, no quiere decir que no esté dispuesto a exponer mi oposición al sistema de ingobernabilidad que administra el municipio de La Antigua Guatemala. Lo hago de diferentes formas: desde el ámbito académico como catedrático; desde mis redes sociales, donde presentando argumentos objetivos ante las situaciones que me incomodan y con las que no estoy de acuerdo; y desde esta humilde posición de aprendiz de escritor de columnas de opinión, tarea que tampoco me ha resultado fácil.
En aquella opinión de Facebook hay 93 comentarios al momento en que escribo estas líneas, la mayoría de ellos manifestando su descontento por la aparición y desaparición de candidatos en época electoral, extremo que no es del todo cierto ya que hay muchas formas de hacer incidencia social sin necesidad de mostrarse en las redes. Lo que hace tu mano derecha que no lo sepa tu izquierda”, dice Mateo 6:3.
Curiosamente las personas que más arremeten contra los candidatos son las que siempre están pidiendo beneficios para ellos o para sus proyectos bajo el argumento de que ellos sí ayudan a los más necesitados.
No obstante, parece ser que creen que los candidatos cortan el dinero de los árboles o que por ser designados a un puesto de elección popular tienen la obligación de acceder a todas las peticiones que se les hacen, sin mencionar que en cada una de esas peticiones va una buena dosis de extorsión a cambio del voto (misma promesa que le hacen a todos los candidatos, y pobre el incauto que se deje engañar).
Para finalizar no podemos olvidar las sabias palabras Bernard M. Baruch: “Vota a aquel que prometa menos. Será el que menos te decepcione”.
no tengo un gran conocimiento sobre política, pero sin embargo entiendo su punto de vista que no es nada fácil presentar una propuesta política. en tiempos anteriores hemos llevado a la presidencia doctore, licenciados, ingenieros y generales todos estos con el mismo resultado en diferentes épocas y con rangos diferentes. la sociedad ya esta cansada de lo mismo cada 4 años, se perdió la confianza depositada en políticos ya que muchos de los afectados económicamente son de escasos recursos lo cual es la mayoría de la población de Guatemala. las manifestaciones obviamente no traen nada productivo para la sociedad pero es el grito de un pueblo que reclama sus derechos y es una forma de hacerse escuchar y que la…
Los tiempos han cambiado y el pueblo por falta de conocimiento perece.. mismo q hoy en día la tecnología ha avanzado.las noticias son menos creíbles , las promesas de los condidatos han acostumbrado al pueblo , el mismo interés despierta en una compra venta de votos , lamentablemente hoy en día es difícil creer a alguien que realmente sea leal con su gente , justo x pecadores . en un punto de vista del pueblo q realmente se esfuerza x una mejor nación att G. R.