Cuando nunca se ha tenido dinero no se sabe quédiablos hacer con él (el caso Arévalo y el gobierno de Semilla)

CAFÉ AUSTRIACO

18-11-2025

Por Juan Carlos Luna Aguilera

La gran mayoría de las personas adultas tienen la costumbre de ser muy cuidadosas con el dinero porque saben lo difícil que es generarlo, por lo tanto se acostumbraron a trabajar duro, a asignar los recursos a lo más importante y a ahorrar. Estas actividades constituyen las bases para la disciplina financiera: la conducta que hace crecer los capitales y a generar riqueza. No hay otra forma: la fórmula tiempo, trabajo y capital ha sido, es y será la única de sacar adelante a las generaciones presentes y futuras; Pero esto, obviamente, no lo comprende ni de cerca el nefasto gobierno de Bernardo Arévalo y su séquito de bufones encabezado por el ministro-bachiller Jonathan Menkos Zeissig.

Ayer nos despertamos con la noticia publicada en un medio matutino de que la “maravillosa” Junta Monetaria dio visto bueno para adquirir un nuevo préstamo de US $750 millones (y quiero hacer énfasis en esto aunque sea redundante: estamos hablando de setecientos cincuenta millones de dólares; o sea, lo que al cambio y a la inflación de hoy serían alrededor de cinco mil ochocientos cincuenta millones de quetzales… ¡cinco mil ochocientos cincuenta millones de quetzales nada más y nada menos!), dinero que supuestamente será utilizado para carreteras.

Esto es realmente delirante: ¿para qué quieren un nuevo préstamo y seguir endeudando al país?

Se dice que la administración de Arévalo y el ministro bachiller Menkos hasta hoy tienen guardados —por no haber podido ni saber cómo ejecutarlos— más de Q40 mil millones; y que a finales del presente año podrían llegar a ser Q45 mil millones… O sea: ahí guardados solo ellos sabrán para qué. ¿Qué pretenden con tanto préstamo y endeudamiento?

La ignorancia y la incapacidad de estos personajes es tan grande que no saben qué hacer con todo el dinero que tienen guardado (y endeudado), pero lo que sí saben es vegetar y vivir de los impuestos de las personas trabajadoras para que sean ellas (obvio) las que tengan que pagar durante décadas esos préstamos tan arbitrarios y sinsentido: eso sí que es vivir a expensas de los más pobres y es lo que han aprendido en sus extensas e infructíferas vidas como burócratas internacionales.

El problema existencial de los socialistas aglutinados en el gobierno de Arévalo y los integrantes y fanáticos de Semilla es realmente serio dado que viven en una dicotomía, digamos, “intelectual” en la que no logran encajar su teoría socialista con la realidad; y eso, aunque usted no lo crea, está destruyendo a Guatemala.

El gran economista austriaco Friedrich von Hayek, en su obra Fundamentos de la libertad, y específicamente en el capítulo dedicado a la redistribución de la riqueza, explica que la mejor y única forma que el Estado tiene para redistribuir la riqueza es a través de la eficiente ejecución del presupuesto, el cual debe de ser administrado de forma eficaz para garantizar el beneficio de la gran mayoría de las personas en un país. Indica además que los recursos del Estado deben de ser ejecutados en beneficio de los pagadores de impuestos, y que nunca debe almacenar o ahorrar el dinero dado que este no es su fin como aparato estatal, sino redistribuirlo en servicios y beneficios para toda la población.

Si los ineptos del gobierno actual llevaran a cabo sus aspiraciones “intelectuales” estarían tranquilos y felices, pero el mismo Hayek explica por qué no pueden cumplir sus fines ideológicos: porque si los socialistas supieran de economía no serían socialistas. Así de simple.