El recién pasado sábado asumió la presidencia de Chile Gabriel Boric, quien, según se define él mismo, es un “activista de izquierda”. Esa afirmación es suficiente para desalentar las esperanzas de un país que otrora fuera punta de lanza en Latinoamérica gracias —aunque cueste creerlo— a las políticas económicas que implementó el gobierno del general Pinochet, tristemente recordado por sus múltiples violaciones a los Derechos fundamentales de muchos chilenos que fueron perseguidos por sus ideas. Cabe aclarar que esto último es y será condenado por siempre en estas líneas.
Ese mismo fin de semana hice un comentario sobre la toma de posesión de Boric y recibí como respuesta un: “¿Qué, tenés una bola mágica para saber que le va a ir mal?”, situación que me hizo recordar un evento similar días después de la toma de posesión de Carlos Manuel López Obrador en México, cuando un amigo muy querido —al haber hecho yo un comentario similar luego de las pasadas elecciones ese país— me dijo: “¡Deseas que le vaya mal!”
La verdad es que ni a López Obrador ni a Boric les deseo que les vaya mal, obviamente, por el bien de los pueblos que gobiernan, ya que estos serán los que pagarán en el caso de Chile; y ya están pagando, en el caso de México, las consecuencias de las malas decisiones de sus gobernantes y la empecinada necedad de querer implementar políticas que la historia ya ha demostrado que no sirven y no servirán nunca.
Gabriel Boric tiene en su hoja de vida ser un dirigente estudiantil que, dicho sea de paso, nunca se graduó de la universidad. Ha vivido del pueblo chileno durante más de 20 años como diputado y no es necesario decir que nunca ha trabajado, por lo cual no es muy complicado prever que su administración no tendrá muchas luces.
Hoy la tasa de cambio en Chile es de 819.67 pesos chilenos por un dólar y la tasa de desempleo es del 7.3%. En cuanto al índice de libertad económica, en 2021 Chile se situó en el puesto 29 de 165 países. Este índice utiliza 42 variantes para establecer las posiciones dentro del ranking.
Bueno, ¿y qué tiene de relevante la información anterior? Posiblemente ahora no mucho, pero la intención es dejar evidencia clara sobre la mala situación que tendrá el país andino en un muy corto plazo; esto debido a que Boric es una persona muy poco instruida en temas económicos y políticos, por mencionar solo dos.
Además, ha dado muestras de su resentimiento y envidia en contra de la clase industrial de Chile, a la que busca explotar aún más a través de nuevos impuestos con la finalidad de redistribuir la riqueza, lo cual demuestra que Boric desconoce la relación directa que existe entre impuestos, disminución de inversión y la pérdida de puestos de trabajo.
Por eso me parece oportuno concluir este artículo parafraseando al gran Mises: “quien pretende violar las leyes económicas esperando resultados diferentes, es como el disminuido mental que se lanza al precipicio buscando caer parado en el mismo punto del cual se lanzó”.
Que lamentable que en chile eligieran un presidente que desconozca cómo administrar la economía de un país, cuando chile atraviesa por un escenario político, económico y social complejo, mientras están todavía las huellas de la pandemia, la inflación continúa escalando, lamentablemente las personas eligen a sus gobernantes si conocer su perfil y que han logrado en los puestos públicos que han ocupado, eligen solo por cosas que les prometen y que no cumple aprovechándose de la necesidad de la población más vulnerable, para el obtener más riquezas de las que ya tiene y dejar a su población con una economía más dañada de lo que ya está.
El ideal siempre es buscar a alguien que sepa, pero muchas veces las personas se dejan llevar solo porque ya estuvo en un puesto similar o solo que ya lleva tiempo en congreso siendo los que tiene menos experiencia y se aprovechan y siempre buscan su interés propio por que al momento de hacer sus campañas prometen qué cambiaran y que mejoraran cosas para el pueblo y que solo quedan en simples promesas.
Podemos ver claramente como las personas sea cual sea el país siempre buscarán su propio bienestar y nunca un bienestar para el pueblo, claros ejemplos de han tendido en varios países a lo largo de los años.
Los barcoa que se van a undir no saben lo que se llevan con ellos eso es lonque tendriannque saber nuestros gobernantes
Las repercusiones de un gobierno son altas y más cuando los gobernadores ven las caídas bajas cuando ellos ya están prontos a salir de ello, con tal de dejar sus errores como consecuencia de otros. Estos países se han quedado muchas veces en retraso por elegir a lo menos peor y con ello ir aumentando la pobreza en el país. Tomando como excusa su política económica y no sabiendo más que su política actuando por instinto y no por ideología.