JUAN CARLOS LUNA
31-01-2022
En un tuit, Alejandro García, alias “Bicituiter”, hace una maravillosa aportación al conocimiento económico; sin embargo, erra es sus conclusiones. Para mayor contexto, procedo a compartirles el tuit en mención:
William Stanley Jevons fue un filósofo y economista inglés que manifestó que la inversión en tecnología siempre aumentaría la eficiencia con la que se presta un servicio; sin embargo, la misma eficiencia haría que aumentara el consumo y, por lo tanto, la demanda de dicho servicio, volviéndolo completamente ineficiente. De ahí surge la “Paradoja de Jevons”.
Sin embargo, hay varios detalles que demuestran que Jevons estaba errado en su teoría. La primera, posiblemente la más importante y relevante, es que Jevons la construye con base en la utilización del carbón durante la época de la Revolución Industrial. En su libro de 1865 titulado La cuestión del Carbón, este economista manifiesta que debido a la invención de la máquina de carbón de James Watt el recurso de carbón disminuiría y, por lo tanto, al no haber carbón, la máquina sobrepasaría su eficiencia, quedando en determinado tiempo obsoleta.
Como podemos ver, la historia y la evidencia empírica refutan total y completamente la teoría de Jevons: hoy sigue habiendo carbón y las formas de producción de energía son más, mejores y mucho más eficientes; y lo que es mejor —y que a muchos preocupa—: más amigables con el medio ambiente. Recordemos que los recursos pueden ser más eficientemente explotados si los pensamos más como recursos económicos y menos como recursos naturales.
Ahora bien, hay que decir que, efectivamente, la modificación de factores económicos definitivamente afectarán directa e indirectamente la economía; algunas veces al alza y otras a la baja. Sin embargo, lo importante es que esto ocurra dentro de un sistema de libre mercado, ya que esa será la forma de corregir los errores del sistema, y no por medio de la intervención estatal.
Y ahí es donde el señor Alejandro García (a quien no conozco, pero al que agradezco haber inspirado este artículo) se equivoca. El problema del tránsito en Guatemala es ocasionado precisamente por la intervención del Estado en todas sus manifestaciones: los gobiernos central, municipal y ministerial.
La solución llegó, sí, gracias a la VAS, lo que demuestra que la iniciativa privada tiene la capacidad de resolver las necesidades de los individuos siempre que presten un servicio eficaz y eficiente a un precio que los consumidores (conductores, en este caso) estén dispuestos a pagar.
Obviamente, la VAS se ve superada ahora: la forma natural de regular el flujo de circulación en esa vía es por medio del incremento de los precios en el peaje, hasta donde la “elasticidad del precio del peaje” lo permita, ya que en algún momento los consumidores dejarán de utilizar el servicio.
Es por ello que se hace necesario pensar ya en un cambio de sistema. Los gobiernos, cualesquiera que sean —de izquierda socialista o de derecha mercantilista— han demostrado a través de la historia ser ineficientes en esta y muchas otras áreas.
Necesitamos una propuesta encaminada a promover una sociedad de hombres libres y responsables que puedan encontrar su desarrollo por medio del libre intercambio, la cooperación social y la inversión en bienes de capital que creen riqueza para la gran mayoría de guatemaltecos y guatemaltecas.
La inversión en la tecnología nos hace tener grandes aportes y cambios grandes en la sociedad, cuando modificamos el factor económico siempre existirán las dos caras de la moneda una que gana y otra que pierda. Necesitamos un país más libre para poder hacer el cambio.
Adriana Ocuté.