La semana pasada, el 12 de octubre, se conmemoró el Día de la hispanidad, que recuerda la llegada de Cristóbal Colón a la isla que llamó San Salvador y que hoy es parte de Bahamas; o sea, aún no había llegado a tierra firme en lo que después se llamó continente americano.
Durante las actividades de conmemoración del Día de la Hispanidad un grupo de manifestantes ofendidos por el genocidio creado por los “españoles” (dato incorrecto que ya discutiremos) y posiblemente emulando las acciones del desaparecido Hugo Chávez en Venezuela, pensaron que sería una buena idea derribar la estatua de Cristóbal Colón en la Avenida de las Américas de la Ciudad de Guatemala. Como no pudieron lograr su objetivo, arremetieron en contra de la estatua del General José María Reina Barrios, ubicada en la Avenida de la Reforma, considerando que era lo más representativo a la tiranía “española” que vivieron los pueblos originarios, en virtud de haber sido un señor sentado en un caballo. Pobre don José María, qué tenía que ver él con la conquista.
Sea cual fuere el motivo para cometer este acto de vandalismo, los portavoces de los manifestantes lo justificaron indicando que esos monumentos representan la tiranía, la opresión, el genocidio y el abuso que cometió el pueblo español (supongo que refiriéndose a los habitantes del país de España hoy día) en contra de los indígenas durante los periodos del descubrimiento y de la conquista.
Manifestar esos extremos —y apoyarlos, o aún más justificarlos— demuestra un nivel monumental de falta de lectura, por lo menos en materia historiográfica, ya que primeramente olvidan que para el año 1492 España no existía como unidad nacional, tal y como la conocemos hoy.
España era una configuración de al menos cinco reinos, entre los que estaban los reinos de Castilla y Aragón, que fueron los que lucharon por la unificación de la antigua Hispania, nombre que los romanos le dieron a la península Ibérica conformada por tres realidades políticas distintas en la actualidad: Portugal, España y el Principado de Andorra.
Entonces, los que descubrieron las islas del Caribe fueron los reinos de Castilla y Aragón, en rigor historiográfico; dicho sea de paso, ese mismo año de 1942 cayó el reino de Granada, lo que finalizó la ocupación de los moros.
Sin embargo, los reyes católicos tenían otros problemas: debían “negociar” la consolidación del territorio entre visigodos, suevos, bizantinos y muchos otros.
Se piensa que el trato hacia los indígenas del “Nuevo Mundo” fue generalmente malo. Nadie podrá negar que hubo abusos, pero la política de la Corona hacia los indígenas fue de protección. De hecho, cuando Cristóbal Colon regresó de su primer viaje y se presentó a los reyes llevaba consigo algunos indígenas con la intención de enseñarles el castellano y que sirvieran de intérpretes en los próximos viajes; no obstante, la reina Isabel ordenó ponerlos inmediatamente en libertad.
En 1503 se autorizó llevar indígenas a Castilla, siempre y cuando fuera de forma voluntaria; o sea, que mediara el deseo de ellos de viajar a la Península y no en condiciones de esclavitud.
Buena aportación Licenciado Luna. Puedo agregar que estudios constatan que Cristóbal C. Era un hombre ambicioso, que lo animaba riqueza y poder, además un extraordinario navegante. Su propósito no era descubrir el continente "americano", este ya era conocido por otros navegantes de la epoca. Su plan era asegurar una ruta hacia las indias por las especies que Europa demandaba. En su cuarto viaje lo encontro en Panamá e informo a la corona. Esto Colon ya no lo pudo ver. La corona española continuo su plan de dominación, en su afán extractivista de minerales, especies, etc.lo demás es historia imaginación.