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El verdadero precio del nacionalismo olímpico en Guatemala

Foto del escritor: Juan Carlos LunaJuan Carlos Luna

Actualizado: hace 2 días


La semana pasada les compartí algunas reflexiones sobre la participación de Guatemala en los Juegos Olímpicos. También les comenté lo desagradable que me resulta ver cómo algunos políticos —que en su vida nunca han jugado siquiera jacks ni canicas— quieran sacar partido del esfuerzo, el trabajo y la disciplina de los atletas, especialmente de los que han logrado una especial y distinguida participación en las Olimpiadas de París.


Muchas felicidades a Adriana Ruano por su medalla de oro y a Jean Pierre Brol por su medalla de bronce. Sin duda ambos trabajaron duro y se sacrificaron lo suficiente para alcanzar su propio éxito; y de paso, nos dieron mucha felicidad a un pueblo muy necesitado de ella.



A partir de ahora ya podemos decir que, desde la creación del Comité Olímpico nacional en 1946 hasta la fecha, Guatemala ha participado en dieciséis Juegos Olímpicos de verano, obteniendo un total de no una, sino tres medallas olímpicas.


Sin embargo, nuevamente insisto en que este tema debe ser tratado con objetividad y racionalidad, dejando por un lado la algarabía y las diferentes formas del nacionalismo.


Durante las discusiones del presupuesto para el año 2024 en la Comisión de Finanzas Públicas y Moneda del Congreso de la República se manifestó que de enero a agosto de 2023 el Comité Olímpico Guatemalteco había recibido la nada despreciable cantidad de Q 843.2 millones; y, en términos generales, para 2024 el comité solicitó la ampliación del presupuesto a Q893.7 millones.



Podríamos decir que, en términos generales, las dos medallas de Guatemala en los recién pasados Juegos Olímpicos de París 2024 les costaron a los más pobres del país la cantidad de Q421.6 millones cada una (más lo que haya implicado el presupuesto del Comité Olímpico nacional de septiembre a diciembre). Y ojo, que aquí no estamos contando el proceso completo de la formación de un atleta; sino de apenas ocho meses.


Aparte es el caso de los atletas que en París 2024 y en procesos anteriores se prepararon y participaron, pero no obtuvieron ninguna medalla en Juegos Olímpicos (un dato no menor es que, desde Atlanta 1996 a la fecha, Guatemala siempre ha sido la delegación centroamericana con mayor cantidad de atletas).


No olvidemos que estamos hablando de catorce justas (de dieciséis) sin ganar siquiera una sola medalla; lo cual se traduce también en 329 atletas participantes (de 332) sin conseguirlo. Esto arroja un porcentaje histórico de beneficio que apenas ronda el 0.1%. O sea que de toda la cantidad de dinero que se haya podido destinar al Comité Olímpico Guatemalteco, sólo la décima parte de un 1% ha sido retribuida en verdaderos triunfos objetivos.


Por eso nuevamente la pregunta obligada es la siguiente: ¿realmente vale la pena seguir con estos procesos, sobre todo cuando hay tantas otras carencias básicas y elementales en el país? Estamos hablando de 76 años de hacer lo mismo con casi nulos resultados. Y antes de que alguien se moleste, revise nuevamente los números expuestos en el párrafo anterior porque la evidencia es contundente.


Y por favor no olvide usted que de nacionalismo no se vive ni se come. De nacionalismo no se erradican los problemas de base en el país; como, por ejemplo, la desnutrición infantil crónica. Y por ende, de nacionalismo no se sale adelante.


¿Se puede hacer algo mejor o diferente? Por supuesto que sí. Y de hecho, se podría replicar el modelo estadounidense; quienes, dicho sea de paso, son por mucho los máximos ganadores de medallas olímpicas en toda la historia. Y es que, aunque usted no lo crea, en Estados Unidos el gobierno central no gasta ni un centavo en deporte: absolutamente nada. ¿Cómo le hacen entonces? Pues los procesos de reclutamiento, formación, desarrollo y capacitación de los atletas, desde su nacimiento hasta la vida profesional, se llevan a cabo en un estricto entorno y control de lo que sin ningún tipo de reservas podríamos llamar capitalismo. Y es que, en vez de recibir fondos del gobierno, la formación de los atletas estadounidenses es un proceso de inversión, que podríamos decir que en su gran mayoría es privada.


Desde las escuelas primarias, pasando por las secundarias, diversificados y hasta llegar a las universidades, todas estas entidades buscan y promueven a los mejores deportistas para después, haciendo una selección rigurosa con sólo lo mejor de lo mejor, enviarlos al deporte profesional. En todo este proceso no hay involucrado ni un solo dólar del gobierno central, y únicamente ganan los que invierten en los procesos y en los atletas.


Sí hay mejores formas de hacer las cosas. Debemos copiar, como diría Friedrich von Hayek, las experiencias de éxito que han tenido otros.

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10 Comments


Omar Franco
Nov 13, 2024

Acá se cuestiona la efectividad de la inversión estatal en el deporte guatemalteco, resaltando la desproporción entre el presupuesto destinado al Comité Olímpico Guatemalteco y los resultados obtenidos en términos de medallas olímpicas. La crítica se dirige también hacia la clase política, que capitaliza estos logros a pesar de no haber contribuido significativamente al desarrollo de los atletas. Propone, en cambio, un modelo de financiamiento similar al estadounidense, basado en inversión privada y mérito, que podría optimizar los recursos y fomentar una competencia genuina. Concluye que, para avanzar, Guatemala necesita adoptar modelos de éxito probados en otros contextos.

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alearcelymoorales
Sep 21, 2024

La alta inversión pública destinada al deporte olímpico en Guatemala, cuestionando si el gasto está justificado dado el escaso retorno en medallas y éxitos deportivos. A pesar de recibir cuantiosos fondos, los resultados no reflejan el esfuerzo económico, especialmente en un país con muchas otras prioridades urgentes. El autor propone un cambio en el enfoque, sugiriendo que el sector privado asuma el financiamiento de los atletas, como ocurre en Estados Unidos.


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Denis Molina
Denis Molina
Aug 19, 2024

Creo que al hablar de deporte o de atletas englobamos a muchos algo que no debería de ser así, por tal razón es que muchas personas no creen en los deportes o en los atletas porque se tienen conceptos malos, en este caso el comité olímpico, si bien puede ser que hayan personas con malas intenciones así mismo hay personas con buenas intenciones, lo que no está correcto es la mala administración de los recursos, así como en distintas áreas de nuestro país que no administran bien los recursos

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jennyferrustrian
jennyferrustrian
Aug 17, 2024

Con justa razon ya se deberia de quitar un comite olímpico que lo.unico que hace es malgastar el dinero del pueblo en sus intereses propios, los atletas deberian claramente conseguir apoyos privados les haria mejor provecho tal y como en otros paises es el modelo de apoyo

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garzolincy25
garzolincy25
Aug 17, 2024

creo que muchos de los atletas de nuestro país, participan por amor al deporte que realizan y no tanto por el dinero, claro que si ganan se benefician pero lo lograran hacer mas por amor al deporte, claro que se invierte pero reconocemos la corrupción en nuestro país entonces no creo que esos numero sean reales, sabemos que son las elevados.


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