La semana pasada decidí iniciar con una serie de artículos que puedan presentar en una mínima parte los principios filosóficos en que debe regirse una sociedad que desee ser medianamente exitosa; ideologías que han demostrado ser efectivas: el liberalismo clásico, el objetivismo y el capitalismo. Este último es una verdadera máquina de crear riqueza y con él continuamos hoy.
Antes de que las personas deseen cooperar unas con otras es necesario el surgimiento de una idea, un pensamiento y un deseo que motive al individuo a actuar. A esa idea en el capitalismo la llamaremos acción creadora del ser humano.
Todo lo que podamos ver a nuestro alrededor fue imaginado por alguien. Fue una idea: no existía excepto en la imaginación de una persona que estuvo “alerta”, en palabras de Israel Kirzner, uno de los más grandes economistas estadounidenses del siglo pasado, perteneciente a la escuela de economía austriaca. Kirzner desarrolla magistralmente el tema de la acción creadora del ser humano en su libro Creatividad, capitalismo y justicia distributiva. Dicho sea de paso, la “justicia distributiva” será otro tema del cual estaremos hablando más adelante.
La idea de la fuerza de trabajo como motor del desarrollo es completamente falsa ya que no existiría el trabajo del obrero si antes no hubiese existido alguien que creara en su imaginación lo que el trabajador hace. Sin un Henry Ford no habría una línea de producción y, por cierto, sin él tampoco existirían las jornadas laborales de ocho horas; o sea, eso también es gracias al capitalismo.
En palabras de Kirzner, el hombre que se mantiene en un estado de alerta es el que puede adelantarse a observar las necesidades del mercado; y acá es importante señalar que cuando hablamos de mercado nos referimos a personas que tienen deseos y sentimientos propios. Ellos, los consumidores, premian con su voto preferente (o sea, con su compra) los productos, bienes y servicios que tendrán éxito en el mercado porque esos productos satisfacen eficientemente una necesidad, pues de no hacerlo nadie los consumiría. Pero este tema está mayormente dirigido a la acción empresarial, de la cual también hablaremos.
Cuando el individuo tiene la oportunidad de soñar también tiene la posibilidad de crear. Ese proceso de creación es más fácil de desarrollarlo dentro de un ambiente de paz y libertad, y ese ambiente debe propiciarlo el gobierno garantizando seguridad jurídica y seguridad ciudadana, poco o nada más. Sin embargo, cuando el gobierno interviene en la libre acción creadora del individuo hace más complejo el proceso de creación, lo que retrasa la producción y, por lo tanto, la generación de riqueza.
La intervención estatal es un freno a la producción y también un costo: es contraria a la creatividad empresarial e influye en gran medida a que un país sea pobre.
Las leyes, lejos de crear desarrollo, lo retrasan y encarecen los procesos; y por ende empobrecen a una sociedad. El individuo necesita libertad y paz para imaginar, crear y producir, ya que de esa forma se genera la cooperación creadora de la industria para que la gran mayoría de personas puedan participar en los procesos productivos y de generación de riqueza.
Ser un país rico es posible.
Es importante que El estado siga interviniendo en la economía guatemalteca impulsando tantas leyes e impuestos que no dejan que el empresario se desarrolle y logre ser productivo tanto para el mismo cómo para la sociedad ya que todos dependemos de todos y todos crecemos con la ayuda de los demás.
cuando un país deja de estar acostumbrando a su pueblo a que todo debe ser regalado e intervenido por el estado, que por el contrario instruye, fomenta, ayuda a la creatividad empresarial sera un país rico y en desarrollo
El capitalismo como bien el artículo lo dice es la idea de la economía, el país a mi parecer está tiene un capitalismo.
Y siendo Guatemala uno de los países de centro américa que pudiera estar mejor en economía, pero como aquí existe el sobre valoramiento se le pone valor a todo y sobre exagerado.
cómo bien lo menciona el articulo, es muy importante la economía porque nos permite crecer a todos, es importante poder imaginar y tomar las riendas de nuestra vida y de nuestro entorno. Exigirles a los gobernantes leyes que beneficien a la mayoría y permitan el desarrollo de todos los sectores del país.
Como bien lo menciona se debe estar alerta para poder ver lo que se necesita en el mercado teniendo la libertad de hacerlo pero cuando empiezan a crearlo surgen algunos más aprovechados que empiezan a poner trabas retrasando su producción y volvemos a lo mismo si las entidades mayores no tiene un beneficio propio no lo apoyan y dejan que ese producto que puede generar empleos o riquezas quede en el abandono.